Hacia 2007, durante mi adolescencia, apareció el BMX en mi vida y marcó un antes y después. Cambié las aulas por la calle y empecé a viajar, montar y salir de fiesta con mi nueva familia, éramos la pura adaptación de KIDS de Larry Clark en la Barcelona de los pitillos y Nasty Mondays . Fue entonces cuando le pedí a mi padre su cámara y empecé a hacer fotos y vídeos de BMX.
No fue hasta 2016 cuando entré a trabajar en Laser, donde me empapé de cosas por las que antes nunca me había interesado: el arte, la cultura del streetwear y la fotografía moderna. Empecé a tontear con esta última haciendo fotos de mis amigos y de mi día a día, y cada vez que tiraba un rollo tenía más claro que quería hacer eso todos los días de mi vida. La sensación de no poder visualizar la foto al momento, pero saber que acaba de tirar un fotón, no se puede comparar a ningún otro placer.
Poco después, me mudé a Madrid para probar en el mundo de la fotografía de moda y cursé un máster en fotografía de moda y publicidad. Toda esa experiencia acumulada durante los años y la técnica aprendida durante el máster han hecho que hoy día sepa representar lo que quiero en mi fotografía: mi vida, los escenarios de extrarradio donde montábamos y la estética de los 2000 que tanto marcaron mi infancia. Todo esto lo hago desde el más profundo amor a la fotografía y hacia la estética, intentando escapar de la superficialidad.
Alrededor de 2007, durante mi adolescencia, apareció el BMX en mi vida y marcó un antes y un después. Cambié las aulas por la calle y comencé a viajar, montar a caballo y salir con mi nueva familia, éramos como los Larry Clark KIDS en skinny jeans y Nasty Mondays en Barcelona. No fue hasta entonces que le pedí a mi papá su cámara y comencé a filmar y hacer videos de BMX.
En 2016 comencé a trabajar en Laser y comencé a interesarme por cosas que antes nunca me habían importado: arte, cultura, streetwear y fotografía analógica. Empecé a jugar con este último y a tomar fotos de mis amigos y la vida diaria y cada vez que terminaba un rollo estaba más seguro de que quería hacer esto todos los días de mi vida. La sensación de no poder ver la imagen en ese mismo momento y saber que acabas de tomar una foto increíble, no se puede comparar con ninguna otra sensación.
Después de un tiempo me mudé a Madrid para intentar aprender en el negocio de la fotografía de moda y comencé un máster en publicidad y fotografía de moda. Toda esta experiencia a lo largo de los años y la técnica hicieron posible que con la fotografía pueda expresar lo que me importa: Mi vida, los alrededores de la periferia donde solíamos cabalgar y los años 2000 que marcaron mi infancia. Todo lo que hago es desde un amor muy profundo por la fotografía y por la estética, tratando de alejarme de la superficialidad.
