Lo mejor de crear Laser y tener una tienda en Barcelona es, sin duda, toda la gente que conocemos a través de ella. Al reivindicar un estilo de vida en toda nuestra marca, no sorprende que las personas interesadas en nuestro producto también sean personas con las que tenemos mucho en común. Así sucedió que muchos clientes se hicieron amigos, como en el caso de Ibai . Lo recordamos perfectamente, recién mudado a Barcelona, viniendo a nuestra tienda a comprar una camiseta para su novia Blanca y sin resistirse a comprársela para él. (Tenemos que admitir que nos encanta cuando las parejas usan atuendos a juego o las mismas combinaciones de colores... ¡sí, llámanos cursi!)
El láser representa quiénes somos y eso sucede con nuestros amigos. Es muy divertido terminar teniendo un guardarropa similar y encontrarse con la misma ropa sin querer. Una vez, mientras cenábamos juntos, hablamos sobre la idea de jugar a los bolos en un partido de chicas contra chicos. Fue cuando Ibai se ofreció a capturar este evento a través de su cámara point and shoot y aquí está el resultado:
Ibai nació en Vitoria, en el País Vasco, y se mudó a Barcelona el pasado verano. Este ingeniero químico nos enamoró con su fotografía, que parece ofrecer una perfecta destilación de sensaciones.
Aunque lo conocimos haciendo principalmente retratos, dice que su pasión comenzó con las calles vacías, los puntos de fuga infinitos y la cámara de un teléfono como una forma de capturar esos lugares solitarios.
Durante nuestra charla hace referencia a sus recuerdos de infancia, recordando un uso constante de una cámara compacta que solía llevar a todos lados.
Conforme fue creciendo se compró una cámara digital y se enamoró de hacer retratos, pudiendo captar la esencia de alguien, así que no ha parado desde entonces :)
En cuanto a la fotografía analógica, todo empezó durante una visita a Encants, (el famoso mercadillo de Barcelona) cuando se compró una Yashica Fx3 Super2000. En ese momento, Ibai estaba pasando por un proceso que viven muchos fotógrafos: disparar sin control, hacer retoques ilimitados y, en general, el consumo excesivo de imagen digital. En sus propias palabras, " quería imágenes que tuvieran momentos que valieran la pena ", ¡así que una película de 35 mm, con sus 36 exposiciones, debe haber sido la solución!
Desde entonces, Ibai decidió prestar más atención a su vocación artística estudiando retrato corporativo y fotografía de moda, y entre sus dos vidas también ha encontrado un lugar donde destilarnos.
